Si además de esta situación, que es común a todos los estudiantes que ingresan al secundario, se le agrega el haber repetido; se produce una apatía y desinterés mayor. Es por eso que desde el colegio se propicia una enseñanza que tenga en cuenta que la diversidad es parte de la realidad de nuestras aulas.
En esta diversidad encontramos que el alumno que asiste al Itinerario demanda una atención individual, personalizada, exigente no sólo intelectual sino afectiva; que muchas veces es muy difícil de satisfacer (por el número y las individualidades), pues si atendés a uno descuidas a otro y ese otro se potencia en el descontrol.
Frente a esa realidad es altamente positivo el trabajo con una pareja pedagógica, que ha permitido dentro del aula, generar pequeños grupos de trabajo que presentan mayor dificultad de aprendizaje, mientras el resto que es poco más autónoma genera consultas o sólo trabajan si se está a su lado.
Se ha logrado superar las dificultades de la mayoría de los alumnos y un gran cambio de actitud.
PROF.LIDIA RIQUELME